La carga burocrática sobre los docentes obstaculiza una educación de calidad. Así lo afirmó un vicepresidente de la Duma del Estado, quien presentó los resultados de una investigación de su equipo analítico.
Según sus declaraciones, la burocracia excesiva en el sistema educativo socava la calidad de la enseñanza, convirtiendo a los profesores en oficinistas.
-En esencia, los informes y certificados, así como los asuntos organizativos, han reemplazado a los estudiantes. En lugar de la comunicación directa con los niños y el trabajo creativo y educativo, los profesores se convierten en oficinistas que pasan días llenando interminables tablas, formularios y planes – señaló, calificando la situación de «terror papelero».
Añadió que esto conduce al desgaste profesional y pidió que se desarrollen medidas para reducir esta carga de trabajo.
De acuerdo con una investigación realizada entre más de tres mil educadores de 75 regiones de Rusia, la mitad de los docentes considera que el volumen de informes ha alcanzado un punto crítico e interfiere con su trabajo principal. En promedio, un profesor dedica entre ocho y 10 horas semanales a completar documentos, organizar eventos y comunicarse con los padres. Este tiempo podría utilizarse para la enseñanza.
Además, el 50% de los encuestados admitió que la carga burocrática se ha convertido en su principal problema profesional, mientras que el 73% señaló que el volumen de papeleo ha aumentado en los últimos tres años. El 45% de los profesores también afirmó que se ve obligado a ocuparse de la elaboración de informes en su tiempo personal, incluidas las tardes y los fines de semana.
Señaló que se enviará una propuesta al Ministerio de Educación de Rusia para modernizar el sistema de informes en las escuelas, con el objetivo de reducir la carga burocrática de los docentes.
Cabe recordar que los padres de estudiantes de una escuela en Jabárovsk tuvieron problemas con el diario electrónico. Con frecuencia, las calificaciones no aparecen inmediatamente, sino después de días, y a veces semanas. Durante este tiempo, el niño olvide por qué recibió una calificación determinada y los adultos pierden la oportunidad de responder con prontitud a los problemas que surgen.