Las intensas y prolongadas lluvias de 2025 han causado graves inundaciones en muchas zonas de Hanói, paralizando el tráfico y alterando la vida diaria de los residentes.
Dado que el sistema de drenaje urbano revela claras limitaciones bajo la presión de la urbanización y el cambio climático, la solución a las inundaciones no puede limitarse solo a aumentar la capacidad de alcantarillas y estaciones de bombeo. Se necesita un enfoque integral, que abarque desde la planificación y la infraestructura hasta el espacio urbano.

La situación de inundación no solo ocurre en las zonas bajas tradicionales, sino que también se ha extendido a zonas de nuevo desarrollo, que se esperaba tuvieran una infraestructura sincronizada. Las fuertes lluvias de este año no son solo un fenómeno extremo del cambio climático, sino que también señalan deficiencias en la capacidad de adaptación de Hanói.
Las soluciones temporales actuales a menudo se centran en mejorar la capacidad de drenaje. Sin embargo, ver las inundaciones solo desde una perspectiva de ingeniería de drenaje aborda solo los síntomas del problema. La realidad muestra que incluso cuando los sistemas de bombeo operan a plena capacidad –como durante la lluvia del 30 de septiembre de 2025, cuando la Estación Yen So operó sus 20 bombas– no hay salida. «Cuando el hormigón abruma las superficies permeables, cuando los estanques y lagos –’reservorios de agua’ naturales– son rellenados para dar paso a edificios altos, y cuando las nuevas áreas urbanas se convierten inadvertidamente en diques artificiales que bloquean las vías de drenaje, entonces la inundación es la consecuencia inevitable de un proceso de desarrollo que carece de respeto por las leyes hidrológicas. Es hora de que Hanói adopte una nueva mentalidad de planificación; la ciudad necesita ‘convivir con el agua’ en lugar de solo ‘luchar contra el agua'».
Compartiendo un punto de vista similar, se reconoce que el sistema de drenaje urbano no ha sido invertido de manera sincronizada según la planificación. El área del centro de la ciudad cubre más de 313 kilómetros cuadrados, pero actualmente solo unos 77.5 kilómetros cuadrados en la cuenca del río To Lich tienen un sistema de drenaje relativamente completo, lo que representa menos del 25% del área. Las cuencas de Ta Nhue, Huu Nhue y al norte del Río Rojo aún están en proceso de preparación o implementación de inversiones.
Según las autoridades, la causa principal de las inundaciones en Hanói es que la lluvia supera con creces la capacidad de drenaje del sistema. Muchos eventos de lluvia tienen una intensidad casi el doble de la capacidad de diseño, provocando que todo el sistema se sobrecargue. Además, los niveles de agua en los ríos de las afueras de Hanói han subido por encima de los niveles de advertencia, incluido el río Nhue en la presa Thanh Liet, que alcanzó aproximadamente 5.7 – 5.9 (superior al nivel de control planificado de 4.5) y retrocede lentamente. Mientras tanto, la elevación del terreno en algunas áreas urbanas y zonas residenciales dentro de las cuencas de Ta Nhue y Huu Nhue está en un nivel de 5 – 5.5, lo que hace imposible el drenaje por gravedad y provoca anegamientos. El sistema de drenaje agrícola –que es una salida principal para la ciudad– no ha sido renovado para cumplir con los requisitos de drenaje urbano. Además, muchos proyectos clave planificados, estaciones de bombeo y lagos reguladores no han recibido inversión o no operan a plena capacidad de diseño.
Además, el rápido desarrollo urbano, que carece de sincronización en los niveles del suelo entre las nuevas áreas urbanas y las zonas residenciales existentes, junto con una infraestructura de drenaje interna que no está conectada efectivamente al sistema general, ha aumentado el riesgo de inundaciones localizadas.
Las lluvias prolongadas y de alta intensidad, combinadas con mareas altas y el aumento del nivel del mar, han convertido las inundaciones urbanas en un problema sistémico en las principales ciudades de Vietnam. El sistema de drenaje tradicional (infraestructura gris) está revelando gradualmente sus limitaciones bajo la presión de la urbanización y el clima extremo. En este contexto, los espacios verdes urbanos deben ser reconsiderados como un componente central de la infraestructura verde.
A diferencia de la visión tradicional que ve el verdor simplemente como decorativo, la planificación urbana moderna ve los espacios verdes como una solución sostenible de gestión de aguas pluviales. Los espacios verdes desempeñan muchas funciones hidrológicas importantes, ayudando a reducir la escorrentía superficial y regular el agua de lluvia.
Organizar espacios verdes urbanos no solo cumple con los requisitos paisajísticos y estéticos, sino que también es una estrategia importante para que las ciudades se adapten a las inundaciones y al cambio climático. La planificación de espacios verdes debe ir más allá del simple paisajismo para convertirse en un componente central de la infraestructura técnica verde. Integrar funciones de drenaje y regulación de aguas pluviales en la estructura de los espacios verdes ayudará a crear zonas de amortiguación hidrológica capaces de infiltrar, almacenar agua y ralentizar la escorrentía superficial.
Se propone un nuevo enfoque para la prevención y control de inundaciones: retener el agua aguas arriba, reducir las inundaciones en la parte media y prevenir inundaciones aguas abajo. Por lo tanto, el sistema de drenaje urbano debe