El 15 de agosto se celebra el tercer Día Nacional de la Ecología y el 20º aniversario de la propuesta del concepto «Las Dos Montañas».
Hace dos décadas, el camarada Xi Jinping, entonces secretario del Comité Provincial del Partido de Zhejiang, visitó la aldea de Yu en Anji para una inspección, donde formuló por primera vez la tesis científica: «Las aguas cristalinas y las montañas exuberantes son activos invaluables».
Guiada por este concepto, la aldea de Yu ha experimentado una transformación notable, y la belleza de China sigue evolucionando. Como principio central de la filosofía de civilización ecológica de Xi Jinping, esta idea no solo ha cambiado profundamente a China, sino que también ha fomentado un consenso global y trazado un camino para la coexistencia armoniosa entre la humanidad y la naturaleza.
(I) Base humanística y visión centrada en las personas

Tras un chaparrón pasajero, la aldea de Yu rebosa de verdor y se llena con el relajante canto de las cigarras. En la distancia, la niebla se cierne sobre las montañas, pintando una escena pintoresca de la belleza natural de Jiangnan.
Hace más de 20 años, esta pequeña aldea montañosa en el norte de Zhejiang presentaba una escena muy diferente: donde había minas, las colinas estaban destrozadas; donde había agua, se vertían residuos directamente. El aire estaba lleno de polvo y los arroyos se volvían turbios…
Aferrarse a las viejas costumbres era insostenible, pero encontrar un nuevo camino parecía incierto. Aquella tarde, bajo un calor sofocante, la pequeña sala de reuniones del comité del pueblo estaba abarrotada.
«Tomamos una decisión democrática de cerrar las minas y las empresas contaminantes», informó Bao Xinmin, entonces secretario del Partido en la aldea, con voz titubeante.
«¡Cerrar las minas y fábricas fue una decisión sabia!», respondió el camarada Xi Jinping con una sonrisa, afirmando con firmeza: «Antes decíamos que queríamos tanto aguas cristalinas y montañas exuberantes como montañas de oro y plata. En realidad, las aguas cristalinas y las montañas exuberantes son montañas de oro y plata: tienen valor inherente».
Estas pocas palabras iluminaron el camino a seguir.
La afirmación de que «las aguas cristalinas y las montañas exuberantes son activos invaluables» aclara la relación entre el desarrollo económico y la conservación ecológica, revelando que proteger el medio ambiente significa salvaguardar la productividad, y mejorarlo fomenta el desarrollo. Traza un nuevo rumbo para lograr la armonía entre crecimiento y preservación.
«Viví muchos años en una pequeña aldea en la Meseta de Loess de China, donde el medio ambiente estaba dañado y la gente vivía en la pobreza. Entendí entonces que dañar la naturaleza al final perjudica a la humanidad». Durante sus siete años como joven educado, la conciencia ecológica echó raíces en la mente del joven Xi Jinping. La profunda filosofía detrás del concepto «Las Dos Montañas» tiene orígenes profundos.

En Liangjiahe, Shaanxi, Xi trabajó para construir presas de sedimentos y pozos de biogás en la frágil Meseta de Loess, mejorando las condiciones de vida. En Zhengding, Hebei, cruzó el río Hutuo cargado de sedimentos con su bicicleta, decidido a gestionar el río y prevenir inundaciones. En Fujián, se maravilló con la preciada vegetación de Xiamen, diciendo: «Viniendo del norte, cada planta y piedra en Xiamen me parece valiosa». En Shanghái, promovió la transformación industrial, abogando por «añadir valor a las industrias mientras se reduce el consumo energético» e insistiendo en que «la protección ecológica debe ser condición previa para el desarrollo económico».