Hoy, el Jardín del Administrador Humilde en Suzhou anunció la finalización de un proyecto especial para reemplazar las vallas de bambú. En todo el jardín, el 80% de estas vallas, que antes delimitaban senderos y parterres, han sido sustituidas por cuerdas de goma negras casi invisibles, mientras que el 20% restante se mantiene como parte del paisaje.
Un fotógrafo capturó una imagen del Pabellón de Loto sin las vallas y comentó: «¡Esta es la verdadera elegancia de un jardín de Suzhou!»
Como obra maestra de «crear un universo en un espacio diminuto», el Jardín del Administrador Humilde fue inscrito en la Lista del Patrimonio Mundial de la UNESCO en 1997. Desde los años 90, el número de visitantes ha aumentado constantemente, con datos recientes que muestran cerca de 20,000 visitantes diarios. Las vallas de bambú se instalaron originalmente para proteger el paisaje.
Sin embargo, el uso excesivo de vallas de bambú disminuyó el atractivo estético del jardín. «Queríamos restaurar la autenticidad del jardín y mostrar plenamente su belleza», dijo el director de gestión del jardín.
«El éxito de reducir los contenedores de basura me dio confianza para eliminar las vallas de bambú», explicó el director. En 2019, el jardín retiró más de 140 pares de contenedores mientras aumentaba la frecuencia de limpieza a cada 15 minutos. Esto redujo la eliminación de residuos en un 90%, con más visitantes llevando sus propias bolsas de basura.
Este cambio de «control rígido» a «guía flexible» inspiró la búsqueda de una alternativa a las vallas de bambú: una que protegiera el paisaje sin sus desventajas.
A partir de finales de 2023, el jardín probó materiales como redes de pesca antes de decidirse por las cuerdas de goma por su casi invisibilidad, seguridad y bajo costo.
«Algunos visitantes solían sentarse o saltar las vallas de bambú, dañando plantas y a veces incluso su ropa», dijo un jardinero. «Las cuerdas de goma se colocan más altas y rebotan suavemente al tocarlas, protegiendo eficazmente las plantas mientras reducen los costos anuales de mantenimiento de 300,000 yuanes a menos de 10,000.»
En una encuesta aleatoria a 13 visitantes, solo dos notaron las cuerdas. Un turista de Mongolia Interior dijo: «Las cuerdas son muy seguras y sirven como un buen recordatorio.»
Un experto de la Universidad de Nanjing señaló que las aparentemente simples cuerdas reflejan el legado cultural de Suzhou, «devolviendo el paisaje a la gente mientras restaura la confianza». El cambio de vallas a cuerdas también fomenta la confianza social y aumenta la conciencia sobre la preservación cultural y la responsabilidad cívica.
En los últimos años, China ha logrado avances significativos en la protección del patrimonio cultural. «La solución de las cuerdas se alinea con los principios de intervención mínima y uso sostenible, satisfaciendo la demanda pública de enriquecimiento cultural mientras establece un ejemplo para la conservación del patrimonio y el progreso social», añadió el experto.
Una pequeña cuerda, un gran paso en conciencia
El 1 de marzo entró en vigor la Ley revisada de Protección de Reliquias Culturales, enfatizando «aumentar la conciencia histórica, fortalecer la confianza cultural y avanzar en la civilización socialista material y espiritual».
El cambio del Jardín del Administrador Humilde de vallas a cuerdas, aunque sutil, tiene un profundo simbolismo. Representa no solo innovación técnica, sino también un compromiso con la preservación del patrimonio con mínima intervención.
El cambio también refleja un retorno a la filosofía original del jardín: armonía entre humanidad y naturaleza, donde lo artificial se integra sin esfuerzo con lo natural. Las vallas de bambú, aunque funcionales, rompían esta armonía y comprometían su autenticidad.
En cierto modo, las cuerdas representan un contrato basado en confianza. Cuando los visitantes se sienten confiados, es más probable que sigan las reglas. La flexibilidad de las cuerdas también acomoda el comportamiento humano natural en lugar de imponer prohibiciones estrictas.
Desde reducir contenedores hasta introducir cuerdas, el enfoque del jardín reemplaza la imposición con confianza, fomentando la autodisciplina y la empatía hacia el patrimonio. Como señalaron expertos, este método reconstruye la relación entre civilización y reglas mientras asegura la protección viva del patrimonio.