Organizar cables, lavar y cortar patatas y zanahorias… Los robots se integran cada vez más en la vida humana, y esto se está convirtiendo rápidamente en una realidad en el oeste de Pekín.

Recientemente, el centro de entrenamiento de datos para robots humanoides ubicado en el Parque Industrial de Banca y Seguros de Pekín, en el distrito de Shijingshan, inició sus operaciones. Se enfoca principalmente en entrenamiento para escenarios como la vida doméstica y la fabricación industrial, produciendo anualmente más de 6 millones de puntos de datos de alta calidad de aplicaciones reales, proporcionando un soporte de datos confiable para que los robots humanoides se incorporen a los hogares, la producción industrial y los servicios comerciales.

Dentro del centro de entrenamiento, hay un bullicioso hervidero de actividad. En las plataformas de entrenamiento de la primera y segunda planta, se han montado varios escenarios de aplicación comunes: algunos son fregaderos de cocina, otros son estanterías de supermercado, junto con líneas de montaje de piezas de automóviles y áreas de clasificación logística. Los instructores llevan cascos de realidad virtual y manejan controladores para operar los robots de forma remota, mientras que los técnicos de datos registran la información operativa en tiempo real, completando las tareas de entrenamiento para un escenario real tras otro.

En la estación de trabajo de limpieza y organización para escenarios de vida doméstica, un robot humanoide, manejado por un instructor, se ocupa de colocar los cables de carga de la mesa en una caja de almacenamiento uno por uno, luego le pone la tapa y la devuelve al armario de almacenamiento. Al organizar los cables, el robot se encuentra con opciones de interferencia, como libros que tapan los cables. El robot necesita apartar los libros antes de completar la organización, recreando de manera más realista los escenarios de la vida doméstica.

«Aunque organizar cables puede parecer sencillo para los humanos, desde la perspectiva del entrenamiento de robots, completar esta serie de acciones requiere 12 pasos y lleva unos 15 minutos terminarla. Durante este proceso, el mismo paso no puede fallar más de 3 veces, de lo contrario hay que empezar de nuevo», explicó un miembro del personal técnico. «Solo después de repetir este conjunto de acciones 10 veces y lograr una recolección de datos efectiva se considera completada una tarea. Estos datos luego se limpian, etiquetan, exportan y se proporcionan a las empresas para el entrenamiento de modelos de gran escala.»

El robot que se entrena en el sitio se llama «Kuafu», un humanoide desarrollado por Leju Robot Company principalmente para escenarios de aplicación industrial. Mide 1,66 metros de altura, pesa 55 kilogramos y se mueve con flexibilidad y postura estable. Tiene cámaras instaladas en la cabeza y en ambas manos, y los datos recogidos provienen principalmente de las trayectorias de movimiento registradas por estas cámaras.

«Al igual que enseñar a un niño a caminar requiere mucha práctica, los robots también necesitan entrenamiento repetido en varios escenarios para volverse más inteligentes. Todos los escenarios que hemos construido provienen de necesidades reales de las empresas, con el objetivo de resolver el problema de escasez de datos que enfrenta actualmente la industria de la robótica», dijo el personal técnico. «Nuestro entrenamiento