Internet exige civismo y respeto por la ley. Cada clic para dar ‘me gusta’, compartir una imagen o cada comentario negativo que parece inofensivo puede violar la ley, incluso empujando a las víctimas a una crisis.

La opinión pública vuelve a estar «alterada» por un incidente que implica la difusión de clips e imágenes privados y sensibles de una persona. No es la primera vez.

Tras este suceso, como en varios anteriores, resurge el problema de la vulneración de los derechos personales. Mucha gente considera esto una conducta normal en internet, «espectáculo», sin darse cuenta de que ellos mismos, con un solo clic, cometen actos ilegales.

Cuando el ciberespacio se convierte en un invisible «tribunal moral»

Cuando aparece un clip «sensacional», la reacción inicial de muchos es «pedir el enlace», «ver el espectáculo» y compartir. Pero olvidan que detrás de esas imágenes hay una vida, honor y dignidad.

Esta situación se transforma en un invisible «tribunal moral», donde cada participante se arroga el derecho de «juzgar» sin seguir estándares legales o éticos.

Los comentarios indecentes, despectivos y difamatorios no son solo palabras virtuales sino «balas» reales, causando daño psicológico profundo, destruyendo reputaciones y carreras, e incluso empujando a las víctimas hacia conductas negativas.

Mientras tanto, cuentas de redes sociales, en la carrera por seguidores y ‘me gusta’, comparten sin reparos dicho contenido, a pesar de ser una grave infracción de derechos personales. La curiosidad momentánea y el voyerismo, unidos a la falta de conocimiento legal, han convertido a muchos usuarios comunes en infractores de la ley.

El límite legal se cruza «inadvertidamente»

Nuestro sistema legal ha regulado clara y estrictamente los derechos de las personas sobre su imagen y vida privada. Difundir, comentar y compartir contenido sensible son actos ilícitos.

Derecho a la propia imagen: Cabe destacar que la ley protege estrictamente el derecho de un individuo sobre su imagen. Usar la imagen de otra persona requiere su consentimiento. El permiso para publicar tampoco equivale a permiso para vulnerar el honor o la dignidad.

Cualquier uso de una imagen (incluso permitido) acompañado de comentarios especulativos o llamados a «desentrañar» la vida privada con el fin de difamar o insultar el honor y la dignidad de la persona en la imagen constituye una violación legal y debe ser sancionado.

Derecho a la vida privada y secretos personales: Las conductas y actividades privadas, sin importar dónde ocurran—en una oficina, hogar privado, etc.—caen dentro del ámbito protegido. Recolectar arbitrariamente, y especialmente divulgar públicamente dichos clips (a menudo extraídos ilegalmente de cámaras de seguridad), es una infracción ilegal a la vida privada de un individuo.

Infracción del honor, dignidad y reputación: La violación no para con quien publica originalmente. Junto con la propagación del clip, los comentarios indecentes, despectivos, difamatorios e insultantes dirigidos a la víctima violan directamente el Artículo 34 del Código Civil de 2015 sobre el «Derecho a la protección del honor, dignidad y prestigio».

Es importante señalar que cada comentario insultante constituye una violación independiente. La ley no permite a nadie usar la excusa de «criticar un mal comportamiento» para cometer actos de insulto o humillación contra otros.

Regulación de Sanciones Estrictas

Difundir y hacer comentarios indecentes no son meramente actos antiéticos, «por diversión», o intentos de parecer «correctos», sino que también pueden constituir delitos. La ley especifica sanciones muy concretas y estrictas que los infractores pueden enfrentar, desde responsabilidad administrativa y civil hasta penal.

    Procesamiento Administrativo: El Decreto N° 15/ND-CP de 2020 estipula claramente que las personas que recopilen, procesen y utilicen información de otras organizaciones o individuos sin consentimiento o con fines incorrectos; o que proporcionen, compartan información falsa, errónea, insultos, difamación del honor y dignidad de un individuo…, pueden ser sujetas a sanciones administrativas.

    La multa por estas infracciones puede alcanzar decenas de millones de dong.

    Responsabilidad Civil: La parte infringida (la