Durante las dos últimas décadas, Vietnam ha experimentado un poderoso proceso de urbanización con una de las tasas más altas del sudeste asiático. Según el Ministerio de Construcción, para 2025, el país cuenta con más de 900 áreas urbanas con una tasa de urbanización de aproximadamente 44,3%, contribuyendo hasta con el 70% del PIB nacional.

Sin embargo, junto a los logros de desarrollo socioeconómico, este ritmo de urbanización «acelerado» también ha hecho que muchas ciudades enfrenten una serie de graves problemas ambientales: contaminación del aire, ruido, falta de espacios verdes, disminución de fuentes de agua limpia y aumento de residuos de construcción y urbanos. Si Vietnam no cambia pronto su desarrollo hacia modelos urbanos verdes, inteligentes y sostenibles, podría pagar un alto precio por un desarrollo desequilibrado.

Ciudades Verdes – Una Tendencia Global

El concepto de «ciudades verdes» ya no es ajeno al mundo. Muchos países desarrollados como Singapur, Alemania, Países Bajos y Japón han demostrado que el desarrollo urbano junto con la conservación de la naturaleza es totalmente factible. En Singapur – un país apodado la «ciudad en un jardín» – más del 47% del área urbana está cubierta de vegetación; cada nuevo edificio debe obtener la certificación «Green Mark» – el estándar nacional de construcción verde.

Esta tendencia se está convirtiendo en un requisito esencial para Vietnam. Desarrollar ciudades verdes no es solo una dirección estratégica, sino también una misión para regenerar el medio ambiente y reequilibrar el desarrollo económico con la conservación ecológica. No podemos continuar con el modelo de ‘desarrollar primero, gestionar después’, sino que necesitamos un enfoque integral que integre planificación urbana, infraestructura técnica, transporte, energía y vivienda verde.

«En la estructura urbana, la vivienda representa la mayor proporción en términos de superficie y consumo de energía. Según estimaciones del Ministerio de Construcción, el sector de la construcción consume alrededor del 36% de la energía total de la nación y emite hasta el 39% de CO₂. Por lo tanto, desarrollar vivienda verde se considera el núcleo para impulsar el proceso de ‘ecologización’ urbana.»

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En la realidad, muchas empresas inmobiliarias en Vietnam han comenzado a responder a esta tendencia. En Hanói, proyectos como Ecopark, Vinhomes Ocean Park, The Terra – An Hung y Gamuda Gardens están planificados con árboles, lagos y parques que representan del 30 al 40% del área. En Ciudad Ho Chi Minh, áreas urbanas como Phu My Hung, Sala y Celadon City también se posicionan como modernas áreas urbanas ecológicas, creando un entorno de vida limpio y civilizado.

Un proyecto de vivienda verde no es solo una casa con muchos árboles, sino una combinación de arquitectura inteligente, materiales ecológicos, energía renovable y soluciones de ahorro de recursos. Por ejemplo, el uso de ladrillos no cocidos, pintura biológica al agua, vidrio aislante del calor, sistemas de energía solar, recolección de agua de lluvia y diseños de ventilación natural… reducen significativamente el consumo de electricidad y agua y las emisiones de gases de efecto invernadero.

«Vietnam actualmente todavía tiene muy pocos proyectos que logren certificaciones internacionales de construcción verde como EDGE, LEED o LOTUS. En parte debido a los altos costos de inversión inicial, y en parte debido a mecanismos de incentivo limitados. Si el Estado tiene políticas crediticias preferenciales y prioriza la aprobación para proyectos verdes, las empresas ciertamente serán más audaces.»

En noviembre de 2021, Vietnam se comprometió en la COP26 a lograr cero emisiones netas para 2050. Para alcanzar este objetivo, el sector urbano-de construcción debe desempeñar un papel pionero. Según la hoja de ruta del Ministerio de Construcción, para 2030, el 100% de las áreas urbanas de Tipo I y superiores implementarán programas urbanos de crecimiento verde; para 2050, todas las áreas urbanas vietnamitas deben cumplir con los criterios de «ciudades neutrales en carbono». Entre estos, desarrollar vivienda verde y transporte verde se consideran dos ejes clave, siendo el uso de energía limpia, sistemas de iluminación que ahorren energía, infraestructura de tratamiento circular de residuos y redes de transporte público respetuosas con el medio ambiente elementos obligatorios.

«Si consideramos desarrollar ciudades verdes como una estrategia para la regeneración ambiental, entonces la vivienda verde es precisamente la célula viva de esa ciudad. Cuando cada edificio pueda auto-equilibrar energía y reducir emisiones, toda la ciudad se convertirá en un cuerpo ecológico sostenible.»

Se Necesitan Mecanismos de Incentivo Claros y Estándares Verdes

Actualmente, muchas ciudades en todo el mundo se han transformado con éxito de ciudades industriales pesadas en ciudades ecológicas. Por ejemplo, Seúl (Corea del Sur) una vez enfrentó una contaminación grave debido al exceso de concreto. Sin embargo, el proyecto «Cheonggyecheon» – restaurando un arroyo de 6 km de largo en el centro de la ciudad – convirtió esta área en un «pulmón verde», reduciendo la temperatura del centro urbano en 3,6°C, mientras atrae a millones de