Desde el período Meiji hasta el Taisho, el distrito de Shiroishi en Sapporo fue una importante zona de producción de ladrillos. El primer simposio sobre la «Fábrica de Ladrillos Suzuki», que fue el núcleo de esta industria, se llevó a cabo en el Sapporo Convention Center del mismo distrito. Descendientes del fundador y del gerente de la fábrica de la época, entre otros, dieron conferencias, con la asistencia de unos 200 ciudadanos.

■ También utilizado en el Edificio de Ladrillos Rojos de la Oficina Gubernamental

Acerca de: Fábrica de Ladrillos Suzuki

La Fábrica de Ladrillos Suzuki, ubicada en Japón, tiene sus orígenes en 1901 cuando fue fundada por Jirō Suzuki. Se especializó en la producción de ladrillos de alta calidad, contribuyendo significativamente a la industria de la construcción durante el período de rápida modernización de Japón a principios del siglo XX. La instalación es reconocida por su papel fundamental en el desarrollo industrial y por sus técnicas tradicionales de fabricación de ladrillos que se han preservado a lo largo de los años.

Acerca de: Sapporo Convention Center

El Sapporo Convention Center, ubicado en Sapporo, Hokkaido, Japón, es un importante recinto para conferencias internacionales y nacionales, exposiciones y eventos. Inaugurado en 2003, el centro fue diseñado para albergar una amplia variedad de eventos con sus extensas instalaciones, que incluyen un gran salón principal, salas de conferencias y espacios para exposiciones. Su establecimiento buscaba impulsar la economía local atrayendo el turismo de negocios y proporcionando una plataforma para la comunicación y el intercambio global.

Acerca de: Edificio de Ladrillos Rojos de la Oficina Gubernamental

El Edificio de Ladrillos Rojos de la Oficina Gubernamental, también conocido como Akarenga Chosha, es un edificio histórico ubicado en Marunouchi, Tokio, Japón. Originalmente construido entre 1894 y 1895, esta icónica estructura sirvió como sede del Ministerio de Justicia. Diseñado en estilo neobarroco por el arquitecto alemán Ende y el arquitecto japonés Tatsuno Kingo, el edificio es reconocido por su distintiva fachada de ladrillos rojos y desde entonces ha sido preservado como una importante propiedad cultural, simbolizando la modernización de Japón durante la era Meiji.