El 10 de agosto, hora local, el presidente de EE.UU. anunció en su plataforma de redes sociales que se celebraría una rueda de prensa al día siguiente en la Casa Blanca para presentar una serie de medidas destinadas a hacer que la capital sea «más segura y hermosa que nunca».
Declaró que todas las personas sin hogar serían reubicadas inmediatamente del centro de la ciudad, con el gobierno proporcionando viviendas alternativas, aunque situadas lejos de las zonas centrales de la capital. Los delincuentes, mientras tanto, serían enviados directamente a prisión.
Enfatizó que esta operación avanzaría «muy rápidamente», similar a las estrictas medidas de control fronterizo implementadas previamente. Afirmó que los cruces ilegales de la frontera se habían reducido de «millones a cero» en cuestión de meses.
Advirtió a los involucrados que «se preparen», señalando que esta operación ya no sería «educada», con el objetivo de «recuperar la capital».
Su publicación incluía varias fotos de campamentos de tiendas en la ciudad, mostrando cómo algunos espacios verdes habían sido ocupados por personas sin hogar.
El 9 de agosto había declarado que Washington, D.C., se había convertido en una de las ciudades más peligrosas del mundo, pero que pronto se transformaría en una de las más seguras.