Recientemente, una reunión del Buró Político del Comité Central del PCCh enfatizó la necesidad de expandir la apertura de alto nivel y estabilizar los fundamentos del comercio y la inversión extranjera. Actualmente, el volumen de comercio exterior de China sigue creciendo, con una estructura en constante mejora. El «contenido innovador» y el «valor agregado» del comercio exterior aumentan constantemente, mientras que la competitividad de los productos de alta tecnología y alto valor añadido se fortalece aún más. Respaldado por un sistema industrial integral e impulsado por la innovación tecnológica de vanguardia, la capacidad de China para resistir impactos externos y desafíos en el comercio exterior sigue mejorando, inyectando un impulso crítico para la actualización industrial y la estabilización de la base económica.
La innovación tecnológica es un motor clave de la apertura de alto nivel de China. El país otorga gran importancia al papel de la innovación en el sistema económico, con el Informe de Trabajo del Gobierno de este año delineando múltiples medidas para «avanzar en la autosuficiencia y la autosuperación en ciencia y tecnología». Bajo una fuerte orientación política, la financiación para la innovación tecnológica ha aumentado significativamente. En 2024, China ocupó el puesto 11 en el Índice Global de Innovación, con gastos en I+D superando los 3,6 billones de yuanes, un aumento interanual del 8,3%, representando el 2,68% del PIB. Los recursos de I+D continúan fluyendo hacia industrias estratégicas emergentes como circuitos integrados, aeroespacial, biofarmacéutica y nuevos materiales, sentando una base sólida para cultivar nuevas ventajas en el comercio internacional.
El rápido ascenso de las industrias de alta tecnología se ha convertido en un poderoso nuevo motor del crecimiento comercial. Los productos de alta tecnología poseen inherentemente irreemplazabilidad y fuerte resiliencia de mercado. En los últimos años, China no solo ha logrado avances en tecnologías industriales tradicionales, sino que también ha tomado una posición líder en campos emergentes, acelerando la transformación de «Hecho en China» de intensivo en mano de obra y recursos a intensivo en conocimiento y tecnología. Ante la creciente incertidumbre de la demanda externa y la presión sobre las exportaciones tradicionales, las industrias de alta tecnología están contrarrestando los riesgos de demanda débil con una robusta resiliencia de crecimiento, convirtiéndose en un pilar clave para estabilizar el comercio exterior. Por ejemplo, en términos de fortaleza dura, las capacidades de fabricación de equipos de China—representadas por aviones, trenes de alta velocidad, barcos y automóviles—siguen mejorando, ingresando a segmentos de alta gama en las cadenas globales de suministro. Las exportaciones de equipos marítimos y de ingeniería oceánica han mantenido un impulso de crecimiento durante cuatro años consecutivos. Están surgiendo avances en áreas clave como chips, robots industriales y equipos de comunicación satelital, mientras que la industria de drones relacionada con economías de baja altitud se expande rápidamente. En términos de fortaleza blanda, la industria de servicios digitales prospera, con juegos originales como «Black Myth: Wukong» ganando tracción global, películas animadas como «Ne Zha» recibiendo amplio reconocimiento, y modelos de IA como DeepSeek iterando rápidamente—todo reflejando el auge de nuevos formatos de comercio de servicios y la construcción de un sistema moderno de servicios impulsado por tecnología y datos.
El fuerte impulso de la transformación hacia una manufactura inteligente y verde está remodelando las ventajas competitivas de China en el comercio exterior. La inteligencia y la sostenibilidad se han convertido en temas globales de la economía, impulsando una profunda transformación digital en los procesos de fabricación. Al mejorar continuamente la eficiencia energética mediante la innovación, las industrias satisfacen sus propias necesidades de actualización mientras sientan las bases para nuevas ventajas comerciales y superan barreras comerciales. A medida que las capacidades de innovación independiente de China se fortalecen significativamente, la competitividad global de la «Manufactura Inteligente de China» sigue en ascenso. Mientras tanto, las empresas privadas se han convertido en una fuerza vital en la innovación tecnológica, mostrando un progreso dinámico—desde modelos de IA de código abierto y rentables hasta artistas robóticos en el escenario. Entre las empresas especializadas «pequeños gigantes» con desempeño real de importación-exportación, más del 80% son compañías privadas, con más productos de alta tecnología «navegando hacia ultramar» para satisfacer las demandas del mercado internacional con oferta de alta calidad. Estos cambios indican el ascenso de China en la cadena de valor global, con estructuras industriales optimizándose continuamente y la transición de una «potencia manufacturera» a un «líder en manufactura inteligente» volviéndose más robusta.
La apertura de alto nivel impulsada por la innovación está inyectando estabilidad al panorama económico global. El valor estratégico de la innovación va más allá del crecimiento comercial y las mejoras estructurales—remodela la cooperación multilateral mediante la apertura institucional. En el contexto actual, China se adhiere a principios de desarrollo inclusivo, abrazando al mundo con una estrategia de apertura mutuamente beneficiosa. Hoy, China promueve activamente la exportación de productos de alta tecnología, estándares técnicos y capacidades de servicio, construyendo redes de cooperación tecnológica más estrechas con economías emergentes y ampliando los efectos de derrame tecnológico. Por ejemplo, en regiones de la ASEAN, las industrias de alta tecnología de China participan en I+D conjunta y transferencias de tecnología, mejorando la competitividad industrial de los socios mientras expande su propia presencia en el mercado global. En Brasil, la tecnología china en hidroenergía y telecomunicaciones ejemplifica la estrategia de «salir al mundo», transitando de exportaciones de equipos únicos a soluciones sistémicas, demostrando una creciente influencia tecnológica. Este modelo de cooperación de «enseñar a pescar» ayuda a construir cadenas de suministro globales estables y confiables, logrando beneficios mutuos genuinos y fomentando consenso internacional sobre apertura y prosperidad compartida.
La innovación no es un avance tecnológico aislado, sino un motor para el desarrollo económico de alta calidad y la apertura de alto nivel. Mirando hacia adelante, aumentar aún más la inversión en ciencia y tecnología, acelerar los avances en tecnologías centrales y profundizar la integración de innovación, industria y cadenas de suministro.