Un ambiente emocional llenó la humilde casa de Ahmad Zaini (45) y su esposa Rafika (42) en Tanjung Pura, regencia de Langkat, el miércoles (6/8/2025).

Su sencilla vivienda se convirtió de repente en el centro de atención tras la visita del teniente coronel Medwin Sangkakala, comandante del Distrito Militar 0203 de Langkat.

La visita del oficial del Ejército de Indonesia no fue casual. El hijo mayor de la pareja, Andika Pranata (19), logró un hito al aprobar el riguroso proceso de selección de la Academia Militar 2025.

El hijo de un vendedor de albóndigas ha comenzado oficialmente su camino para cumplir su sueño de infancia: convertirse en soldado.

Al llegar a la casa de Andika, el teniente coronel Sangkakala fue recibido cálidamente por Ahmad Zaini y su esposa Rafika. La pequeña casa, con muebles sencillos, irradiaba calidez mientras el oficial se sentaba en el suelo con la familia.

El jefe de la aldea de Pematang Tengah, también presente, fue testigo de la conversación cercana, casi familiar.

«Estamos profundamente conmovidos. Nunca imaginamos que un comandante militar visitaría nuestro humilde hogar. Es un orgullo indescriptible», dijo Rafika con lágrimas en los ojos.

Durante su visita, el teniente coronel Sangkakala expresó su orgullo y motivó a la comunidad local.

«La historia de Andika es prueba viviente de que ingresar al ejército no requiere pagos. Todas las pruebas son transparentes. Con preparación adecuada y cumpliendo los requisitos, las oportunidades están abiertas para todos, sin importar su situación económica», enfatizó Sangkakala.

También expresó su esperanza de que el éxito de Andika inspire a otros jóvenes de Langkat a soñar en grande y perseverar, incluso viniendo de familias modestas.

Andika nació en una familia humilde. Su padre, Ahmad Zaini, ha vendido albóndigas durante años para mantener a su familia.

Inicialmente, recorría las calles vendiendo albóndigas asadas en motocicleta durante cinco años, hasta que finalmente abrió un pequeño puesto en la carretera de Pematang Tengah, Tanjung Pura.

«Las ganancias son inciertas: a veces escasas, a veces decentes. Pero lo importante es que alcanzan para las necesidades diarias», dijo Ahmad con los ojos húmedos. A pesar de las dificultades económicas, su determinación por apoyar los sueños de su hijo nunca flaqueó.

Según Ahmad, Andika soñaba con ser soldado desde la primaria. Se ejercitaba con disciplina y mantenía su salud física para prepararse para el exigente proceso de selección de la Academia Militar.

Sus esfuerzos dieron fruto. Andika aprobó por mérito propio—sin sobornos—apoyado solo por su dedicación, habilidad y las oraciones de sus padres. Ahora ha comenzado oficialmente su educación como Cabo Cadete en la Academia Militar.

Como padre, Ahmad Zaini solo espera que su hijo mayor triunfe en su formación militar. «Que Andika se mantenga sano, complete sus estudios, nos haga sentir orgullosos y sirva a la nación», expresó.

Además de Andika, Ahmad tiene otros dos hijos: Rafa Ubaidillah, estudiante de último año en el MAN 2 Tanjung Pura, y Dinda Fafiza, que aún está en primaria.

A pesar de su vida modesta, Ahmad cree que la educación y el trabajo duro son la clave para el futuro de sus hijos.

La visita del comandante militar de Langkat no solo llenó de orgullo a la familia de Ahmad Zaini, sino que también encendió la esperanza entre los vecinos. La historia de Andika prueba que las limitaciones económicas no son barrera para alcanzar grandes sueños.