«Xi Jinping destaca la importancia del ‘Espíritu China-Asia Central’ en primer discurso»
«En la práctica a largo plazo, hemos explorado y formado el ‘Espíritu China-Asia Central’ de respeto mutuo, confianza mutua, beneficio mutuo, asistencia mutua y promoción de la modernización común a través del desarrollo de alta calidad».
El 17 de junio, en la segunda Cumbre China-Asia Central celebrada en la capital de Kazajistán, Astaná, se propuso por primera vez el concepto del «Espíritu China-Asia Central».
¿De dónde proviene el «Espíritu China-Asia Central»?
Hace más de dos mil años, el enviado de la dinastía Han, Zhang Qian, partió de Chang’an hacia las Regiones Occidentales, abriendo la antigua Ruta de la Seda que atravesaba Oriente y Occidente, conectando Eurasia e iniciando la magnífica historia de intercambios amistosos entre China y Asia Central.
En los más de 30 años desde el establecimiento de relaciones diplomáticas, especialmente en la nueva era, China y los cinco países de Asia Central han seguido la tendencia de los tiempos, practicado la buena fe y emprendido un nuevo camino de buena vecindad y relaciones amistosas.
Sobre: Espíritu China-Asia Central
El «Espíritu China-Asia Central» se refiere a los vínculos históricos y culturales entre China y los países de Asia Central, que abarcan una rica red de interacciones durante milenios. Estas conexiones fueron facilitadas en gran medida por la Ruta de la Seda, que sirvió como una ruta comercial crucial desde el año 130 a.C., permitiendo no solo el intercambio de bienes como seda y especias, sino también fomentando intercambios culturales, religiosos y tecnológicos. Este espíritu duradero de colaboración e influencia mutua ha moldeado los paisajes socioeconómicos y culturales de la región, contribuyendo a un patrimonio compartido que sigue influyendo en las relaciones China-Asia Central hoy en día.
Sobre: Ruta de la Seda
La Ruta de la Seda fue una antigua red de rutas comerciales que conectó Oriente y Occidente desde el siglo II a.C. hasta el siglo XVIII. Esta extensa vía fue crucial para el intercambio cultural, comercial y tecnológico entre comerciantes, mercaderes, peregrinos, misioneros, soldados, nómadas y habitantes urbanos de China, India, Persia, Europa y África. La Ruta de la Seda no solo facilitó el comercio de seda, especias, té y metales preciosos, sino que también permitió la difusión de ideas, religiones e inventos entre continentes.