La Oficina de Población y Registro Civil de Depok recuerda al público que no aplace el registro del matrimonio, ya sea para residentes musulmanes o no musulmanes. Este paso es importante para garantizar que cada matrimonio sea legalmente válido y quede registrado en el sistema de administración poblacional.
La Jefa de la Oficina de Población y Registro Civil de Depok enfatizó que el registro matrimonial no es solo un proceso administrativo, sino una forma de protección legal para las parejas y sus hijos.
«Los matrimonios válidos religiosamente no son reconocidos por el estado si no se han reportado a la oficina de registro. De acuerdo con la Ley Número 1 de 1974 sobre Matrimonio y la Ley Número 23 de 2006 sobre Administración Poblacional, todo matrimonio debe estar registrado. Para los residentes no musulmanes, esto se realiza en la Oficina de Población y Registro Civil, mientras que para los musulmanes se hace en la Oficina de Asuntos Religiosos», explicó.
Añadió que el registro del matrimonio trae muchos beneficios, desde cambiar el estado en la Tarjeta Familiar a ‘Casado Registrado’, hasta facilitar la emisión de un Certificado de Legitimación Infantil que incluya los nombres de ambos padres.
«Este registro proporciona certeza jurídica y protección de derechos para todos los miembros de la familia», afirmó.
La Oficina de Población y Registro Civil de Depok también enfatizó que no hay un límite de tiempo para registrar un matrimonio. Los residentes no musulmanes incluso pueden hacerlo gratis a través del servicio en línea SILONDO BERMULA (Sistema de Servicio en Línea de la Oficina de Población y Registro Civil de Depok: Limpio, Fácil y Sin Obstáculos) en el sitio web.
A través de este sistema, las personas que se han casado en una ceremonia religiosa con un líder religioso pueden solicitar el registro en línea sin tener que acudir a la Oficina de Población y Registro Civil. Después de que se carguen todos los documentos requeridos, los funcionarios programarán una hora para el registro, donde la pareja y los testigos deben estar presentes.
«Recientemente, atendimos a una pareja de 80 años que acaba de registrar su matrimonio. Eso es una prueba de que el amor verdadero no tiene edad, y nunca es tarde para legalizarlo», dijo con orgullo.
También explicó que las parejas en uniones no registradas aún pueden ser inscritas en la Tarjeta Familiar con el estado ‘Casado Pero No Registrado’, de acuerdo con el Reglamento del Ministro del Interior Número 108 de 2019.
«Nuestra tarea es registrar, no legitimar matrimonios no registrados. Sin embargo, nos aseguramos de que todos los residentes estén debidamente documentados», declaró.
Para crear una Tarjeta Familiar para parejas en uniones no registradas, los residentes deben adjuntar una Declaración de Responsabilidad Absoluta firmada junto con dos testigos. No obstante, ella sigue alentando a las parejas a solicitar la legalización del matrimonio ante el Tribunal Religioso para que su unión sea reconocida oficialmente por el estado.
«Siempre aconsejo a los jóvenes que se casen oficialmente en la Oficina de Asuntos Religiosos. Si se hace en un día laborable, el proceso es gratuito. Sin embargo, si ya han tenido un matrimonio no registrado, asegúrense de que los requisitos y pilares sean válidos para que se pueda conceder la legalización del matrimonio», aconsejó.
En cuanto a los residentes no musulmanes, enfatizó la importancia de registrar el matrimonio en la Oficina de Población y Registro Civil después de la bendición por un líder religioso en una institución registrada.
«De esta manera, la pareja obtendrá un Certificado de Matrimonio que es legalmente válido según el estado. El proceso ahora es fácil, rápido y gratuito», afirmó.
Concluyó instando a todos los residentes de Depok, tanto musulmanes como no musulmanes, a trabajar juntos para lograr una administración poblacional ordenada y precisa.
«Cada residente tiene el derecho de tener documentos poblacionales completos y válidos. No lo aplacen más, porque registrar un matrimonio significa proteger el futuro de la familia», concluyó.