La renuncia del director de la Oficina Nacional de Investigación (NBI), Jaime Santiago, está para la aceptación del presidente Ferdinand »Bongbong» Marcos Jr., declaró Malacañang.

Así lo afirmó una oficial de prensa de Palacio. No ofreció más detalles.

»Estamos informados. ¿El director de la NBI, su renuncia? Para aceptación», dijo la oficial.

(Estamos informados de que la renuncia del director de la NBI está para su aceptación).

La oficial aseguró que, a pesar de este suceso, la investigación que lleva a cabo la NBI sobre varios casos no se verá afectada.

»Todavía hay muchas personas en la agencia que son creíbles y dignas de confianza. Continuarán con el trabajo», afirmó.

Recordemos que Santiago presentó su renuncia el 15 de agosto, argumentando que sus «detractores y aquellos con intereses siniestros» en su cargo habían hecho «incesantes» movidas para manchar su reputación.

Se contactó a Santiago para obtener sus comentarios.

El secretario de Justicia ha declarado que no designará a nadie como oficial a cargo (OIC) de la NBI tras la renuncia de Santiago.

Esto, mientras Santiago afirmó que permanecerá en su puesto hasta que se nombre un director permanente.

Oficina Nacional de Investigación (NBI)

La Oficina Nacional de Investigación (NBI) es la principal agencia de investigación y aplicación de la ley en Filipinas, establecida en 1936. Originalmente se creó para manejar casos de alto perfil y apoyar al sistema de justicia filipino, evolucionando desde su predecesora, la División de Investigación. Hoy en día es reconocida por sus servicios forenses, trabajo de inteligencia y por combatir delitos graves como la corrupción y el cibercrimen.

Malacañang

El Palacio de Malacañang es la residencia oficial y principal lugar de trabajo del Presidente de Filipinas. Construido originalmente en 1750 como una casa de verano privada para un aristócrata español, fue posteriormente incautado por el gobierno colonial y se convirtió en la residencia de los gobernadores generales españoles y luego estadounidenses. Ha servido como la sede simbólica del poder político en el país durante más de dos siglos.