Muchos hogares tratan sus neveras como «minisupermercados», llenándolas con todo tipo de alimentos: carne cruda, sobras, bebidas, leche sin terminar, lo que provoca que las bacterias se propaguen por el frigorífico con el tiempo. Entre estas, un tipo de bacteria puede sobrevivir incluso a temperaturas de congelación de -20°C, y las infecciones graves pueden ser mortales. Esta es la Listeria.

¿Qué síntomas aparecen tras una infección por Listeria? ¿Cómo puedes protegerte de esta bacteria peligrosa en verano? Veámoslo→

¿Qué síntomas aparecen después de una infección por Listeria?

La Listeria es un patógeno alimentario muy extendido en la naturaleza. Esta bacteria tiene una resistencia extrema al frío, no solo sobrevive y se reproduce en entornos refrigerados de 0°C a 4°C, sino que también puede «hibernar» hasta un año incluso en condiciones de congelación de -20°C.

Suele acechar en carnes poco cocinadas, lácteos, ensaladas listas para comer y alimentos congelados, propagándose silenciosamente mediante contaminación cruzada durante la manipulación de alimentos. Desde la ingesta hasta la aparición de la enfermedad, algunas personas pueden tener un largo período de incubación, normalmente de hasta tres semanas, y a veces incluso más de dos meses.

Los adultos sanos generalmente no deben preocuparse demasiado. La mayoría de las personas infectadas por Listeria no presentan síntomas o experimentan diarrea, fiebre, dolor y escalofríos, recuperándose en pocos días.

Sin embargo, para las embarazadas, recién nacidos, adultos mayores de 65 años y personas con el sistema inmunitario debilitado, la infección por Listeria puede ser muy peligrosa:

Cuando el sistema inmunológico es débil, la Listeria puede propagarse más allá de los intestinos a otros tejidos y órganos, pudiendo causar dolores de cabeza, fiebre, dolores musculares, rigidez de cuello, confusión, pérdida de equilibrio y convulsiones.

Durante el embarazo, los cambios en el sistema inmunitario hacen a las mujeres más susceptibles a la Listeria. Aunque las embarazadas solo puedan tener síntomas leves, la bacteria puede entrar en la placenta e infectar al feto, provocando parto prematuro, aborto espontáneo o causando enfermedades graves o la muerte en recién nacidos.

¿Cómo protegerte eficazmente de la amenaza de la Listeria?

■ Limpia la nevera regularmente

Después de sacar todos los artículos y desconectar la corriente, usa un paño humedecido en agua tibia o detergente para limpiar las paredes interiores del frigorífico, luego usa agua limpia para retirar el detergente.

Saca las baldas y otros accesorios interiores del frigorífico y enjuágalos con agua.

Abre la puerta de la nevera para ventilar y déjala secar al aire naturalmente.

Además, evita abrir la puerta de la nevera con frecuencia o dejarla abierta demasiado tiempo. Cada vez que se abre la puerta, entra aire caliente, y cuanto más tiempo permanece abierta, más se acerca la temperatura interna a la ambiente, favoreciendo el crecimiento bacteriano. La goma de la puerta también debe revisarse y limpiarse regularmente.

■ Almacena la comida en zonas separadas

Dado que las bacterias crecen más rápido a temperaturas de 5°C y superiores, la temperatura del frigorífico debe mantenerse a 4°C o menos.

Es mejor no almacenar leche, carne cruda y otros alimentos en los estantes de la puerta; en su lugar, colócalos más cerca de la parte trasera del frigorífico.

Mantén la carne cruda separada de los alimentos listos para comer. La carne cruda se conserva mejor en el estante inferior.

Si hay muchos artículos, puedes usar organizadores como bandejas giratorias, pero ten cuidado de no sobrecargar la nevera. Intenta mantenerla al 75% de su capacidad para que el aire frío pueda circular correctamente.

■ Cocina y calienta completamente

Al cocinar, asegúrate de que la temperatura interna del alimento alcance al menos 70°C y manténla durante 5 minutos para matar bien la Listeria. Incluso si las sobras se guardan en la nevera, deben consumirse lo antes posible y recalentarse completamente antes de su consumo.

Durante la preparación de alimentos, mantén separados los crudos y los cocinados, y usa tablas de cortar y cuchillos diferentes para cada uno.

Las personas de alto riesgo también deben tener especial cuidado y evitar alimentos crudos, quesos blandos, lácteos no pasteurizados y ensaladas precortadas, que son productos de alto riesgo.

Períodos de almacenamiento seguro para diferentes tipos de carne

La nevera no es una caja fuerte; congelar no es una solución única para la conservación. Los períodos de almacenamiento seguro varían significativamente para los distintos tipos de carne:

La carne de cerdo generalmente no debe almacenarse más de 3 meses, y la de ternera o cordero idealmente no debería superar los 9 meses. Una congelación prolongada puede provocar mala textura, pérdida de nutrientes e incluso la producción de sustancias nocivas.

Se recomienda consumir la carne de ave dentro de los 6 meses;

Los productos cárnicos procesados no deben almacenarse más de 2 meses;