El Índice de Confianza del Consumidor de Shanghái correspondiente al tercer trimestre de 2025 se ha publicado. Los datos de la encuesta muestran que el nuevo índice de confianza de este trimestre se sitúa en 91,3 puntos, por debajo de la línea de equilibrio de 100 puntos, lo que indica un sentimiento de pesimismo. Los datos desglosados por grupos de edad muestran variaciones significativas: el índice de confianza del grupo de 20 a 39 años es de 92,0 puntos, ligeramente superior al índice general; el grupo de 40 a 59 años se sitúa en 90,2 puntos, ligeramente por debajo del índice general; mientras que el grupo de mayores de 60 años alcanzó los 111,2 puntos, significativamente por encima del índice general.
En este contexto, el índice de confianza de la población mayor destaca de forma singular, y los factores que lo sustentan merecen una exploración en profundidad. El análisis revela que el sistema de seguridad social juega un papel crucial. Mientras que los índices de evaluación del empleo se mantienen bajos y los índices de evaluación de ingresos rondan niveles mínimos, la satisfacción del consumidor con la seguridad social gubernamental mantiene un nivel relativamente alto de 125,1, actuando como un importante estabilizador en la vida de las personas. La encuesta indica que más de la mitad de los consumidores califica la efectividad de la seguridad social como «buena», y solo un 9,3% la considera deficiente, lo que proporciona una sólida garantía psicológica para la población mayor.
Más allá del apoyo del sistema de seguridad social, las características de consumo de la población mayor también contribuyen significativamente a su índice de confianza, demostrando una resiliencia que difiere de la tendencia a la contracción en gastos importantes como la vivienda y la compra de vehículos. Aunque el índice de intención de compra de bienes duraderos de 92,6 puntos permanece en territorio pesimista, el índice del «momento oportuno para comprar bienes duraderos principales para el hogar» alcanza un nivel relativamente alto de 124,7 puntos, mostrando una resistencia de consumo relativamente fuerte. Este patrón de consumo se alinea con las características del ciclo de vida de la población mayor, que en gran medida ya ha completado gastos importantes como la vivienda y los vehículos, lo que los hace menos afectados por la actual desaceleración del mercado inmobiliario.
La investigación indica que el auge de la economía plateada no es solo un resultado inevitable de los cambios demográficos, sino también una oportunidad importante para la transformación y modernización del mercado de consumo. En comparación con otros grupos de edad, el consumo de las personas mayores demuestra una fuerte estabilidad, patrones de demanda claros y un énfasis en la calidad. Su foco de consumo está cambiando de las necesidades básicas de vida a la mejora de la calidad de vida, proporcionando direcciones de desarrollo claras para las industrias relacionadas.
A medida que el envejecimiento poblacional continúa profundizándose y la acumulación de riqueza entre la población mayor sigue aumentando, la economía plateada se está transformando de una demanda potencial en un impulso de mercado real. Esta transformación no solo ayuda a aliviar las actuales presiones estructurales en el mercado de consumo, sino que también proporciona nuevas oportunidades para la transformación y modernización empresarial, al tiempo que inyecta nueva vitalidad al desarrollo económico de calidad.
El Índice de Confianza del Consumidor de Shanghái para el tercer trimestre de 2025 fue publicado de forma conjunta. Para reflejar con mayor precisión las condiciones económicas, a partir de este trimestre, el Índice adopta un nuevo método de cálculo, denominado nuevo índice para distinguirlo del índice original.
En comparación con el índice original, el nuevo índice presenta dos ajustes. Primero, mientras que el índice original consideraba integralmente cuatro dimensiones – perspectivas económicas, empleo, ingresos e intención de compra de bienes duraderos – el nuevo índice solo incluye empleo, ingresos e intención de compra de bienes duraderos. Segundo, el nuevo índice ha optimizado la ponderación entre el índice de evaluación del consumidor que refleja las condiciones actuales y el índice de expectativas del consumidor que refleja las expectativas futuras.
