Dado que el tema principal de la modernización intelectual en la industria editorial se encuentra en nuevas condiciones, la inteligencia artificial juega un papel crucial en el potencial y las tareas prácticas de su aplicación en etapas clave como la creación de contenido, la edición, la prestación de servicios de conocimiento y la protección de derechos de autor.

El desarrollo y uso de grandes modelos generativos de IA conlleva inevitablemente problemas de derechos de autor. Adhiriéndose al principio de «reducir los derechos de propiedad y fortalecer los derechos de uso», no se debe oponer al uso previo, pero debe quedar claro que dicho uso debe ser transparente, público y se debe informar al titular de los derechos. El uso comercial requiere el pago de una remuneración al titular. La aplicación innovadora de la IA en la edición es extremadamente relevante, y las unidades editoriales deben aprovechar la oportunidad de utilizar la IA para mejorar la calidad y eficiencia de su trabajo.

Hoy, la inteligencia artificial ha pasado de ser una herramienta auxiliar a un socio colaborador capaz de planificar, razonar y tomar decisiones de forma autónoma, lo que llevará a un replanteamiento del valor central del trabajo editorial. Los editores deben transformarse en «diseñadores de conocimiento» y «comandantes de IA», utilizando la inteligencia artificial para liberarse de tareas simples y repetitivas y pasar a gestionar direcciones estratégicas.

Las organizaciones editoriales deben romper con el pensamiento convencional y explorar activamente la creación de nuevas formas de publicación que sean ‘interactivas, evolutivas y de valor añadido’.