El 11 de agosto, Bitcoin experimentó un aumento del 3,2%, superando los $122,000. Tras alcanzar un máximo histórico de $120,000 el 14 de julio, Bitcoin pasó por un período de volatilidad antes de recuperarse en las últimas sesiones. Durante el fin de semana, Ethereum también subió notablemente, superando los $4,300 y alcanzando su nivel más alto desde diciembre de 2021.

Alrededor de las 5:30 PM, Bitcoin cotizaba a $121,452, con un alza del 2,63%. Otras criptomonedas también registraron ganancias significativas, con Ethereum subiendo un 1,38%.

Esta tendencia alcista refleja el creciente interés de grandes inversores en criptomonedas. Según datos de Coingecko, los llamados «fondos de inversión en activos digitales» han orientado sus carteras hacia posiciones importantes en criptomonedas, acumulando $113 mil millones en Bitcoin y aproximadamente $13 mil millones en tokens de Ethereum.

El repunte de Bitcoin hacia su máximo histórico se debe a los flujos institucionales continuos hacia tesorerías corporativas, ETFs spot en EE.UU. y el cambio de sentimiento del mercado tras los nuevos aranceles estadounidenses a las importaciones de lingotes de oro. Mientras el oro enfrenta cuellos de botella y riesgos políticos, Bitcoin gana preferencia como reserva de valor sin fronteras ni aranceles.

Los expertos también prevén que un panorama macroeconómico favorable seguirá apoyando los activos de riesgo, incluidas las criptomonedas, con Bitcoin en camino de superar su máximo histórico este mes.

Aunque Bitcoin suele llamarse «oro digital», recientemente sus movimientos de precio han correlacionado estrechamente con activos de riesgo. Un informe de inteligencia especializado señaló que la mayor correlación entre el Nasdaq y Bitcoin explica el comportamiento reciente del token.

Las acciones en EE.UU. se benefician del optimismo por los posibles recortes de tasas de la Reserva Federal. La atención del mercado ahora se centra en el informe del Índice de Precios al Consumidor de julio, que se publicará el martes. Los economistas pronostican una inflación anualizada del 2,8%, un aumento de 0,1 puntos porcentuales. Un dato más bajo podría reforzar las expectativas de un recorte en septiembre.

Además, las posiciones en Bitcoin y Ethereum favorecen fuertemente las opciones de compra para septiembre y diciembre, reflejando apuestas por un relajamiento macroeconómico y mayor adopción de criptomonedas en las finanzas tradicionales.