La Mezquita del Profeta está adornada con diez imponentes alminares, que se encuentran entre sus características arquitectónicas y espirituales más destacadas, haciendo eco diariamente de la llamada eterna del Adhan, que conmueve los corazones e invoca tranquilidad.
Los alminares se distribuyen con una armonía precisa: cuatro en la fachada norte, uno en cada esquina noreste y noroeste, y uno en cada esquina sureste y suroeste, además de dos alminares en el centro de los lados este y oeste.
Diversidad Arquitectónica
Los alminares de la Mezquita del Profeta se caracterizan por una variedad de estilos arquitectónicos que reflejan su desarrollo a lo largo de las épocas islámicas, y cada alminar consta de cinco niveles, sirviendo como un testimonio viviente de