En el este de Uganda, una ONG con sede en Yokohama trabaja promoviendo toallas de tela reutilizables para escolares que no pueden comprar productos menstruales debido a la pobreza. Antes, se veían obligadas a faltar a clase o abandonar los estudios por las condiciones antihigiénicas y la falta de comprensión de su entorno. La iniciativa ha mostrado efectos significativos, como una mejora en el rendimiento académico, y las niñas comentan con los ojos brillantes: «Ahora la escuela es muy divertida».
«Aprender a hacer toallas nos ha ayudado mucho.»
Iratuz Fibi, estudiante de séptimo grado, lo explica sonriendo. En la Escuela Primaria Sacred Heart Jinja Karoli (sistema de 7 años, aproximadamente 700 estudiantes) en la ciudad de Nansana, a las afueras de la capital, tanto niños como niñas las elaboran juntos en la escuela.
«Los estudiantes adquieren conocimientos y experiencia, y especialmente los niños aprenden a comprender y ayudar a las niñas.»