Una decisión sorprendente llegó desde fuentes internas: ha sido trasladado de su cargo.
Esta noticia fue confirmada por el Secretario General del Partido, quien afirmó que Sahroni ahora es miembro de la Comisión I de la Cámara de Representantes.
El Secretario General insistió en que se trata de una «rotación rutinaria» y «solo un refresco», no de una destitución.
Sin embargo, surge una gran pregunta: ¿es esto una consecuencia directa de la ola de controversia desatada por las declaraciones contundentes de Sahroni hace algún tiempo?
El Secretario General descartó firmemente cualquier conexión entre el traslado y la controversia, calificándolo de rotación normal.
No obstante, la cronología de los hechos es difícil de ignorar.
Este traslado se produjo poco después de que Sahroni enfrentara una condena generalizada del público.
Quedó bajo escrutinio luego de responder a los llamados a disolver la Cámara de Representantes, que surgieron debido a los fantásticos salarios y ganancias de sus miembros—hasta 230 millones de IDR—sin un desempeño adecuado, así como al aumento de asignaciones en medio de condiciones económicas difíciles para la población.
Durante una visita de trabajo a la Policía Regional de Sumatra Norte el viernes, Sahroni contraatacó ferozmente las críticas.
«La mentalidad de esa gente es la más tonta del mundo. Tomen nota: las personas que solo dicen ‘disuelvan la Cámara de Representantes’ son las más tontas del mundo. ¿Por qué? ¿Acaso todos aquí somos inteligentes? No todos somos estúpidos», dijo Sahroni, lo que desencadenó instantáneamente una tormenta de indignación en las redes sociales y en el espacio público.
Posteriormente, Ahmad Sahroni intentó calmar la situación con una aclaración. Negó que sus palabras tuvieran la intención de menospreciar al público.
Según él, la frase «la más tonta del mundo» era una crítica a la forma de pensar, no al objetivo.
«No dije que la gente que pide la disolución de la Cámara de Representantes sea tonta, eso no está ahí», dijo Sahroni cuando fue contactado.
«Pero específicamente, lo que quise decir es que la palabra ‘tonto’ se refiere no al objeto, por ejemplo, ‘esa gente que pide la disolución es tonta’. Ese no es mi lenguaje», añadió.
Sahroni argumentó que sus palabras fueron malinterpretadas y sensacionalizadas como si estuvieran dirigidas al público.