El 12 de agosto es el Día Mundial del Elefante. Uno de los mayores desafíos en la conservación de los elefantes africanos mediante su reubicación es la reproducción. Desde la introducción de 12 elefantes africanos en 2016, tras casi una década de esfuerzo continuo, el problema se ha resuelto con éxito.
Desde que el primer cachorro de elefante africano nació en noviembre pasado, se han recibido tres crías más en los últimos seis meses. El 27 de noviembre de 2024, una joven elefante africana llamada «Xiao Bai» dio a luz a un cachorro macho sano, «Xiao Xiao Bai», que pesó más de 100 kilogramos. El 13 de febrero de 2025, tras 22 meses de gestación, la elefante africana «Lu Lu» parió a un macho, «Xiao Xiao Lu», que a las dos semanas de vida pesaba 135 kilogramos. El 22 de mayo de este año, la elefante africana «Lu Si» dio a luz a una cría hembra de aproximadamente 90 kilogramos.
La elefante africana «Lu Si» y su cría en una zona de crianza especialmente diseñada.
Los elefantes africanos son muy sensibles al clima, la comida y el entorno social; incluso una mínima molestia puede afectar a su supervivencia y reproducción. Para superar este desafío, se adoptaron enfoques innovadores, incluido un modelo de gestión grupal y la creación de un pequeño entorno ecológico muy similar a su hábitat natural.
Desde suministros de comida diversa y planes de nutrición personalizados hasta mediciones regulares de peso y altura, pesaje de desechos, exámenes médicos y desparasitación, cada medida refleja un cuidado meticuloso y una exploración constante en la cría de elefantes.
Actualmente, «Lu Si» y su cría viven en una zona de crianza junto a «Xiao Bai» y su cría, así como «Lu Lu» y la suya. Las madres están agrupadas para que puedan compartir experiencias de crianza y cuidar de sus crías de forma más natural.
Como madre primeriza, la grande «Lu Si» no sabía al principio cómo manejar a su delicado recién nacido. Cuando la cría tuvo problemas para ponerse de pie y alcanzar sus mamas, los cuidadores elevaron discretamente el suelo de un lado con paja. Finalmente, la cría logró mamar. La cabecita del elefantito se mecía suavemente mientras tragaba, una imagen encantadora. Ahora, la cría de «Lu Si» está prosperando, es vivaz y activa, y a menudo interactúa con sus dos hermanos mayores tocándose con la trompa.
Los nacimientos consecutivos de crías de elefante africano no solo demuestran experiencia en su cría, sino que también ofrecen nuevas perspectivas y direcciones para la conservación global del elefante africano. El crecimiento de estas crías proporcionará datos valiosos para la investigación sobre protección, reproducción y desarrollo. En el futuro, podrían desempeñar un papel clave en el intercambio genético, ayudando a mejorar la diversidad genética de los elefantes africanos en cautividad.