Vietnam no solo es conocido por muchos occidentales por asociarse con el nombre de una guerra brutal del siglo XX, sino también por la historia de una nación que se levanta.
Al mirar los logros de Vietnam tras casi 40 años de Renovación (Đổi Mới), este proceso ha jugado un papel esencial en mejorar la estatus del país, transformando a Vietnam de una nación alguna vez ausente en el mapa político mundial en un país con un papel cada vez más prominente en la política global.
Cambio en el Pensamiento de la Política Exterior
No se trata solo de emitir políticas, sino también de un cambio de mentalidad. La Renovación nació por necesidad, pero rápidamente se desarrolló hasta convertirse en un requisito estratégico para el desarrollo nacional y étnico.
Los años posteriores a 1986, la diplomacia vietnamita se caracterizó por una expansión cautelosa de relaciones. La Resolución 13/NQ-TW del VI Congreso, emitida el 20 de mayo de 1988, con el nombre completo «Sobre las tareas y la política exterior en la nueva situación», es considerada un documento histórico importante, que marca un cambio fundamental en el pensamiento de la política exterior de Vietnam y allana el camino para una fuerte integración internacional posterior.
El significado importante es que la resolución cambió la forma de ver el mundo, de una «arena» de lucha de clases a un mundo donde se puede coexistir pacíficamente, cooperar y competir.
La resolución también afirmó que el objetivo estratégico y el interés supremo de Vietnam es «consolidar y mantener la paz para concentrar esfuerzos en la construcción y el desarrollo económico».
En términos de diplomacia, Vietnam expresó su deseo de expandir relaciones con todos los países, incluidos aquellos con diferentes sistemas políticos, para servir a la causa del desarrollo nacional.

La normalización de relaciones de Vietnam con China en 1991 y con Estados Unidos en 1995 fueron momentos pivotales, que demostraron el compromiso de Vietnam para superar barreras ideológicas.
Estas no fueron negociaciones fáciles, sino que estuvieron plagadas de cargas históricas y sospechas persistentes. En ese entonces, Vietnam aún era un país que emergía cautelosamente de décadas de aislamiento, con una economía frágil y una política exterior aún parcialmente moldeada por factores históricos y relaciones tradicionales.
Sin embargo, los líderes vietnamitas perseveraron con el objetivo de «un pueblo próspero y una nación fuerte» y de mejorar la posición de Vietnam en el mundo.
Este enfoque formó la base de lo que Vietnam llama una política exterior «multilateralizada y diversificada». Esta es una estrategia construida sobre el principio de «ser amigo de todos los países», buscando relaciones con todas las naciones independientemente de su sistema político o nivel de desarrollo.
Los diplomáticos extranjeros que llegaron a Vietnam a finales de la década de 1990