El Ministerio del Interior (Kemendagri) registra que la mayoría de las regiones de Indonesia aún tienen una capacidad fiscal débil para el año presupuestario 2025.
Según datos del Kemendagri, solo unas pocas regiones figuran con una capacidad fiscal sólida.
De un total de 546 regiones, que comprenden 38 provincias, 415 regencias y 93 ciudades, hasta 493 regiones o aproximadamente el 90% aún tienen una capacidad fiscal débil. Al 31 de agosto de 2025, solo 26 regiones o alrededor del 5% están clasificadas con una capacidad fiscal sólida. Mientras tanto, 27 regiones o aproximadamente el 5% se encuentran en la categoría fiscal media.
«Los datos muestran que el 90% de las regiones, es decir, 493 provincias y regencias/ciudades, tienen una capacidad fiscal baja. Aunque algunas de ellas son zonas urbanas que exigen un crecimiento continuo», declaró el Director General de Desarrollo de la Administración Regional del Ministerio del Interior durante el evento de lanzamiento de la Política Nacional Urbana (KPN) en la oficina del Ministerio de Planificación del Desarrollo Nacional/Bappenas.
Se detalló que de las 38 provincias, hay 15 provincias o aproximadamente un 39% con capacidad fiscal débil. Luego, hay 12 provincias o alrededor del 32% en la categoría media, y solo 11 provincias o aproximadamente el 29% que entran en la categoría sólida.
Por otro lado, de las 415 regencias, hay 407 regencias o aproximadamente el 98% que tienen debilidades fiscales. Del total, solo 4 regencias están en la categoría media, y otras 4 regencias tienen estatus sólido.
«Su capacidad fiscal depende de las transferencias centrales, y solo una pequeña parte de las regencias/ciudades tiene una capacidad fiscal sólida», se explicó.
Desde la perspectiva urbana, de las 93 regiones existentes, 70 ciudades o aproximadamente el 75% registran una capacidad fiscal débil. Solo 12 ciudades o alrededor del 13% están clasificadas como medias y 11 ciudades o aproximadamente el 12% pueden mostrar una capacidad fiscal sólida.
Esta disparidad necesita una atención seria, considerando que la mayoría de las regiones aún dependen en gran medida de las transferencias del gobierno central. La baja resiliencia fiscal regional tiene el potencial de obstaculizar el desarrollo sostenible y la independencia económica local.
«Ciertamente debe haber innovación en el fortalecimiento de los ingresos locales para que las regiones puedan financiar el desarrollo de manera independiente a través de diversas estrategias, un gasto presupuestario cuidadoso, alianzas innovadoras, facilidad para hacer negocios y una buena gobernanza de las Empresas de Propiedad Regional (BUMD) y sus Juntas Directivas. Este año, Dios mediante, o a más tardar el próximo año en el Ministerio del Interior habrá un nuevo Director General, el Director General de BUMD, para impulsar mejores ingresos regionales», se concluyó.