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El 18 de agosto, en un tren de alta velocidad de Shanghai Hongqiao a Dalian Norte, dos hermanos pequeños comenzaron a pelear mientras su madre estaba en el baño. Toda la pelea fue silenciosa: solo usaron las manos, no la voz. Un pasajero cercano y un auxiliar del tren intentaron intervenir sin éxito. Poco después, la madre regresó y los separó. Después de que un pasajero grabó y compartió la escena en línea, muchos internautas elogiaron a los niños por no molestar a otros pasajeros y sugirieron que los trenes de alta velocidad establezcan «vagones familiares» para evitar que el comportamiento disruptivo de los niños incomode a los demás.
Los niños son naturalmente activos y enérgicos, especialmente durante viajes largos donde los asientos confinados y los tiempos de viaje prolongados pueden hacer que se inquieten. Sin embargo, los trenes de alta velocidad, como espacios públicos cerrados, tienen altas expectativas de silencio. Comportamientos disruptivos como gritar fuerte o correr a menudo generan insatisfacción entre los pasajeros e incluso pueden escalar a conflictos entre viajeros y padres. En este contexto, la «pelea silenciosa» de los hermanos fue vista por algunos como una excepción refrescante.
Sin embargo, uno de los hermanos tiene 5 años y el otro 10, una edad suficiente para tener una comprensión razonable de la etiqueta en el tren. Para los niños más pequeños, esperar que permanezcan en silencio durante todo el viaje a menudo es poco realista.
Las autoridades ferroviarias de Fuzhou han experimentado con la designación de áreas de actividad infantil, proporcionando juguetes, libros y sesiones interactivas para ayudar a los niños a liberar energía y evitar molestar a otros pasajeros. Este tipo de innovación de servicio público humana y diferenciada ofrece una referencia para abordar las interrupciones causadas por viajeros jóvenes.
Cualquiera podría viajar con niños en un tren, por lo que introducir «vagones de juegos» o «compartimentos familiares» en los trenes de alta velocidad es una medida ampliamente beneficiosa y se ha convertido cada vez más en un consenso social.
Por supuesto, crear tales vagones implica modificaciones e inevitablemente aumentaría los costos operativos. Cómo gestionar estos gastos adicionales requiere una solución razonable.
De hecho, el problema de que los niños hagan ruido y molesten a los demás es aún más pronunciado en los trenes convencionales, por lo que allí también se necesitan «vagones familiares».