El 11 de octubre, el «Informe del Índice de Competitividad de Ciudades Oceánicas Globales (2025)» se publicó oficialmente en Shenzhen. El informe evaluó sistemáticamente 60 ciudades oceánicas globales basándose en cinco dimensiones principales: vitalidad económica y comercial, innovación tecnológica, servicios marítimos, influencia internacional y gobernanza urbana. Combinando el rendimiento en estas cinco dimensiones, Shenzhen ocupó el undécimo lugar general, posicionándose cuarta en innovación tecnológica y séptima en vitalidad económica y comercial.
El informe revela un claro patrón de diferenciación en «cuatro niveles» en la competitividad de las ciudades oceánicas globales. Londres, Singapur y Nueva York ocupan las tres primeras posiciones debido a sus ventajas integrales, sirviendo como referentes para el desarrollo oceánico global. Ciudades como Shanghái, Tokio, Hong Kong, Sídney, Hamburgo, Oslo y Róterdam se encuentran entre las diez primeras, formando colectivamente la fuerza líder en la economía oceánica global. Ciudades como Shenzhen (11ª global), Guangzhou (14ª global), Qingdao (16ª global) y Taipei (19ª global) han entrado en el segundo nivel, aprovechando sus fortalezas en innovación tecnológica y vitalidad económica y comercial, y se han convertido en una significativa «fuerza china» en la competencia oceánica global.
El informe proporciona un análisis profundo de las ventajas competitivas de las principales ciudades oceánicas globales. Londres ocupa el primer lugar global en cuatro dimensiones: innovación tecnológica, servicios marítimos, influencia internacional y gobernanza urbana, siendo su sólido sistema legal marítimo y su ecosistema de servicios financieros marítimos su competencia central. Singapur asegura el primer puesto en vitalidad económica y comercial, con su eficiencia portuaria y apertura ampliamente reconocidas.
El informe señala que, bajo el contexto de la estrategia de potencia marítima, China ha formado tres grandes círculos económicos marítimos: el Círculo Económico Marítimo del Norte, el Círculo Económico Marítimo del Este y el Círculo Económico Marítimo del Sur, con Qingdao, Shanghái y Shenzhen como líderes centrales de estos círculos, respectivamente.
El informe encuentra que Shenzhen se está desarrollando rápidamente en sectores industriales emergentes como la información electrónica marina y la fabricación de equipos marinos de alta gama, demostrando fuertes capacidades de innovación tecnológica que proporcionan un apoyo sustancial para el desarrollo de la economía marina. Las ventajas de Shenzhen son evidentes en el desarrollo de aguas profundas y en los puertos y transporte marítimo ecológicos, donde continúa liderando en avances tecnológicos y despliegue de aplicaciones. Shenzhen está abriendo nuevos caminos en la economía marina a través de la «integración tecnológica + construcción de ecosistemas». Los avances continúan en el sector de la nueva energía marina, con la eficiencia de las pruebas marinas de un sistema de generación de energía undimotriz de 100 kilovatios superando en un 15% el promedio de la industria. Esto, combinado con la tecnología de recuperación de gas de antorcha de la primera unidad flotante de producción, almacenamiento y descarga (FPSO) cilíndrica de Asia «Sea Anemone One», forma un circuito cerrado de «generación de energía verde + uso de energía baja en carbono». Sobre esta base, el Instituto Internacional de Investigación para la Innovación Oceánica de Shenzhen, en colaboración con la Asociación China de Investigación y Desarrollo de Recursos Minerales Oceánicos, está estableciendo «siete centros y dos plataformas» para promover la integración transfronteriza de tecnologías como la minería de aguas profundas con el suministro de energía undimotriz, y la robótica submarina con gemelos digitales, construyendo un ecosistema de innovación de cadena industrial completa que cubre la exploración de recursos, el desarrollo de equipos y el monitoreo ecológico.
El informe propone una «ruta de mejora cuatridimensional» para las ciudades oceánicas chinas: construir un ecosistema económico abierto, crear un centro de innovación tecnológica, profundizar la participación en la gobernanza global e innovar en modelos verdes y bajos en carbono. Esto aborda sistemáticamente la cuestión central de cómo mejorar la competitividad oceánica global.
Respecto a las tendencias futuras de Shenzhen, el informe sugiere que Shenzhen anclará su objetivo estratégico de convertirse en una «Ciudad Central Oceánica Global», centrándose en avanzar en tres direcciones clave: Primero, profundizar la integración de las tecnologías de «equipos de aguas profundas – nueva energía – transporte marítimo inteligente», promoviendo la integración de robots de minería de aguas profundas con sistemas de suministro de energía renovable, y vinculando el bunkering de GNL con algoritmos de programación inteligente. Segundo, establecer un centro de comercio de recursos marinos para explorar la asignación basada en el mercado de elementos como los derechos de desarrollo de minerales de aguas profundas y los sumideros de carbono marinos, creando un centro de innovación de finanzas azules. Tercero, a través de proyectos de cooperación internacional como la expedición científica global «Sueño Azul Profundo 2035», transformar logros tecnológicos como estándares de minería inteligente y especificaciones de bunkering verde en influencia en la creación de reglas internacionales, construyendo finalmente un nuevo referente de civilización oceánica que ejemplifique tanto el liderazgo industrial como la demostración ecológica.