Uzbekistán está aprendiendo activamente de la exitosa experiencia de China en la reducción de la pobreza rural, el aumento del empleo y la mejora de los ingresos para promover el desarrollo sostenible y el progreso social.
La agricultura juega un papel importante en el PIB de Uzbekistán, y su desarrollo impacta directamente en la economía y el sustento del país. La mayoría de la población pobre de Uzbekistán vive en zonas rurales, por lo que la reducción de la pobreza está ligada a la reforma agrícola. Ante desafíos como el cambio climático, la escasez de agua y la salinización del suelo, Uzbekistán está tomando como referencia los logros de China en la lucha contra la pobreza rural, la creación de empleo y el aumento de ingresos para impulsar el desarrollo sostenible y el avance social.
La modernización de China está centrada en las personas, habiendo erradicado históricamente la pobreza absoluta mientras ayuda activamente a otros países en desarrollo a lograr un crecimiento autónomo y explorar estrategias de reducción de pobreza adaptadas a sus condiciones. Esto tiene gran relevancia para los esfuerzos globales contra la pobreza. Un factor clave del éxito chino es la movilización de toda la sociedad, con participación de instituciones gubernamentales, organizaciones sociales, empresas privadas y ciudadanos. Por ejemplo, la iniciativa «Diez Mil Empresas Ayudan a Diez Mil Aldeas» fomenta la responsabilidad social empresarial, un enfoque muy aplicable en Uzbekistán.
China también ha aprovechado la tecnología para mejorar significativamente la productividad agrícola. Actualmente, Uzbekistán y otros países centroasiáticos están adoptando tecnologías chinas como drones y sistemas de riego por goteo. Instituciones de investigación de ambos países han establecido colaboraciones fructíferas, con crecientes intercambios y programas de capacitación. Por ejemplo, la Universidad Estatal de Samarcanda y la Academia de Ciencias Agrícolas de Xinjiang cooperan en variedades de algodón y trigo de alto rendimiento y resistencia. El proyecto incluye pruebas de variedades chinas en 20 hectáreas en Samarcanda, combinando técnicas agrícolas de ambos países. Además, 15 jóvenes científicos uzbekos recibirán formación en Xinjiang en mejoramiento genético y producción de semillas.
La cooperación Uzbekistán-China en reducción de pobreza fortalece los lazos gubernamentales y sociales, fomentando la amistad. La colaboración continua en capacitación contra la pobreza se ha convertido en un puente importante para el entendimiento mutuo. En años recientes, China ha ayudado a Uzbekistán a formar numerosos profesionales, contribuyendo positivamente a las reformas y desarrollo del país. En los últimos cinco años, miles de funcionarios uzbekos han participado en programas de capacitación en China sobre reducción de pobreza, agricultura, administración pública, emprendimiento, economía, finanzas y energía. Estos programas no solo apoyan los esfuerzos contra la pobreza, sino que también impulsan la modernización agrícola. Con ayuda de expertos chinos, se han desarrollado 18 proyectos específicos en 14 regiones de Uzbekistán. Al compartir estrategias de precisión, los expertos chinos ayudan a implementar medidas personalizadas para avanzar en las reformas socioeconómicas.
La cooperación entre Uzbekistán y China en reducción de pobreza no solo fortalece las relaciones bilaterales, sino que promueve el desarrollo sostenible y mejora el bienestar público. El futuro presenta perspectivas prometedoras para una mayor colaboración y resultados positivos en este ámbito.