La muerte de un niño de 14 meses en Quang Ngai tras 21 días de maltrato ha conmocionado al público, dejando a muchos destrozados. Muchos creen que quienes carecen de paciencia, compasión y amor por los niños no deberían trabajar como cuidadores.
Profundo dolor por el niño maltratado
«Ningún milagro pudo salvarlo. Tanta gente lo amaba. ¿Por qué tuvo que irse de este mundo? Mi corazón se rompe por él. Mis condolencias a su familia», comentó un lector tras leer el artículo «Niño de 14 meses lanzado al suelo por su niñera fallece».
El abrumador dolor expresado por los lectores refleja el pesar compartido por muchos. La gente quedó consternada al enterarse de la muerte del niño. Aunque sabían de su grave lesión cerebral, aún esperaban un milagro.
No hubo milagro, pese a los esfuerzos de los médicos durante 21 días. «Es desgarrador saber que el niño no sobrevivió… Sus padres deben estar sufriendo un dolor insoportable», compartió otro lector. Muchos desearon que el niño, que sufrió terriblemente, descanse en paz.
El artículo se difundió ampliamente en redes sociales, donde la comunidad en línea lloró la pérdida de una vida arrebatada demasiado pronto por la crueldad de la niñera.
¡Si no amas a los niños, no seas cuidador!
Un lector, lleno de dolor e ira, escribió: «Descansa en paz, pequeño. Si no amas a los niños, elige otra profesión. Ahora deberás enfrentar el juicio».
Este sentimiento resuena en muchos. Todos coinciden en que ser niñero o trabajador infantil no es nada fácil. Los niños lloran cuando están cansados, hambrientos, con sueño o quieren algo: es su única forma de comunicarse.
Por eso los cuidadores deben ser pacientes, comprensivos y compasivos, no frustrados, indiferentes o violentos.
Otro lector escribió extensamente: «Una madre carga a su hijo nueve meses, soporta el parto y lo cría con un esfuerzo inmenso desde su nacimiento hasta los 14 meses. ¿Cómo puede alguien ser tan cruel como para quitarle la vida a un niño?
Si no amas a los niños, ¿por qué elegir esta profesión? Provocas una tragedia en otra familia y arruinas tu propia vida.
La ley puede castigarte, pero la culpa te perseguirá para siempre».
Sin amor por los niños, elegir esta profesión conduce a acciones inaceptables. Un lector comentó: «¿Qué podemos decir cuando una pequeña vida se pierde por maltrato? La ley hará justicia».
Otro añadió: «Esta es una lección para quienes no aman genuinamente a los niños: este trabajo exige paciencia infinita, compasión y dedicación».
Al final, no hubo milagro. El niño, lanzado violentamente al suelo por su niñera, sucumbió al grave trauma cerebral. El dolor es incalculable para sus padres, familia y los médicos que lucharon por salvarlo durante 21 días.