Aunque aún no ha generado grandes preocupaciones de salud pública, las autoridades sanitarias de EE.UU. están monitoreando de cerca los desarrollos de esta variante del COVID-19.
Primera detección en Asia, rápido aumento en EE.UU.
La variante XFG, también conocida como «Stratus», fue detectada por primera vez en el sudeste asiático en enero. Sin embargo, hasta mayo casi no se habían registrado casos en EE.UU.
Según los CDC de EE.UU., a finales de junio, XFG representaba alrededor del 14% de los casos totales, convirtiéndose en la tercera variante más prevalente en el país.
No obstante, en un informe de finales de junio, la OMS evaluó el riesgo para la salud pública de XFG como «bajo», confirmando que las vacunas actuales siguen siendo efectivas para prevenir síntomas y casos graves relacionados con esta variante.
XFG es el resultado de una recombinación entre las variantes F.7 y LP.8.1.2 (la segunda cepa más prevalente en EE.UU. actualmente).
Algunas mutaciones en XFG podrían ayudarla a evadir el sistema inmunológico, pero su tasa de transmisión no es tan alta como la de otras variantes dominantes.
«No hay evidencia actual que sugiera que XFG cause una enfermedad más grave o síntomas significativamente diferentes en comparación con cepas anteriores», enfatizó el experto.
Aún no dominante pero se propaga rápidamente
XFG no se ha convertido en la variante dominante en EE.UU., pero su proporción está aumentando drásticamente. En las últimas dos semanas de junio, hasta el día 21, XFG representó el 14% de los casos totales, después de NB.1.8.1 (43%) y LP.8.1 (31%).
Esta tasa ha crecido rápidamente en comparación con meses anteriores: del 0% en marzo al 2% en abril, 6% a finales de mayo, 11% a principios de junio y 14% a finales de junio.
A nivel global, la OMS ha observado una tendencia similar. En su informe de junio, la OMS señaló que XFG representó el 7.4% de los casos positivos a principios de mayo y aumentó al 22.7% a finales del mes.
Hasta ahora, no hay evidencia de que XFG cause síntomas significativamente diferentes a las variantes anteriores del COVID-19.
Sin embargo, algunas publicaciones en redes sociales y reportes mediáticos sugieren que la ronquera podría ser un síntoma común de esta cepa.
Los CDC de EE.UU. indican que los síntomas comunes del COVID-19 aún incluyen fiebre o escalofríos, tos, dificultad para respirar, dolor de garganta, congestión nasal, pérdida del gusto u olfato, fatiga, dolores corporales, dolor de cabeza, náuseas o vómitos.
Los pacientes deben buscar atención médica si presentan síntomas graves como dificultad para respirar o dolor persistente en el pecho.
En redes sociales circulan afirmaciones sobre un estudio alemán que alega que las vacunas de ARNm han matado a más personas que el propio COVID-19.