El 27 de noviembre se celebró un evento del «Salón del Periodista», con la música de banda como tema central. El debate cubrió los «detalles internos» de la composición y la evaluación en concursos, así como lo que constituye una «buena interpretación».
――¿Cómo te involucraste por primera vez con las bandas de viento?
Me uní al club de banda en la escuela secundaria porque quería que interpretaran mis composiciones. Me ha gustado dibujar en papel pautado desde la primaria y comencé a tomar lecciones de composición en la secundaria. Terminábamos el almuerzo rápido, nos reuníamos en la biblioteca con dos amigos compositores y nos mostrábamos nuestras piezas. Decíamos cosas como: «Tu melodía es horrible». Todavía recuerdo las melodías de mi amigo.
――¿Qué música se solía interpretar en esa época?
Eran principalmente partituras de editoriales estadounidenses, como obras de Alfred Reed. En cuanto a composiciones japonesas, creo que la única música disponible eran las piezas obligatorias para el Concurso Nacional de Bandas de Japón y las marchas que tocaban las bandas militares antes y durante la guerra.
――¿Cuándo se publicó tu primera pieza para banda?
En 1999, una persona de una editorial musical recién creada me preguntó si tenía partituras sobrantes en casa. Entregué muchas, junto con otros dos compositores. Esa fue la primera vez.
Después de eso, los encargos aumentaron significativamente. A menudo escribo piezas basadas en peticiones como: «Nuestra sección de saxofones es fuerte, escribe algo que los destaque». Estas piezas también comenzaron a interpretarse mucho en concursos.
Sin embargo, siento que los métodos de evaluación han estado cambiando recientemente, y las tendencias en las piezas de libre elección también han cambiado.