Un buen huevo depende de patos y gallinas saludables. Me encuentro en la mayor granja de patos ponedores del país. Puede que notes que la nave está con poca luz, porque una iluminación fuerte puede estresar a los patos, afectando su salud y reduciendo la puesta de huevos, por eso esta cobertura debe realizarse en este entorno de baja luminosidad.

Mientras que la cría tradicional de patos a menudo implica criarlos cerca de los ríos, esta instalación emplea un modelo de cría moderno pionero en la zona, donde los patos viven en sistemas de alojamiento de varias plantas que se asemejan a edificios. Esta nave vertical tiene ocho niveles, cada uno con múltiples «habitaciones», con capacidad para albergar a 50.000 patos ponedores.

El personal explica que la cría tradicional de patos depende del agua, normalmente implicando la cría en libertad en superficies acuáticas. Sin embargo, las heces de los patos vertidas directamente al agua pueden causar contaminación. Además, los patos en libertad pueden entrar en contacto con aves migratorias, pudiendo contraer o portar virus que afecten a la salud de la bandada. Este enfoque de «mover los patos a interiores» resuelve ambos problemas.

Sin embargo, surgieron nuevos desafíos, ya que los patos requieren una cantidad sustancial de agua. ¿Cómo se aborda esto en las naves de varias plantas? Mira aquí: cada jaula cuenta con bebederos de pezón que suministran agua las 24 horas. Para prevenir la contaminación, las cintas transportadoras debajo del equipo recogen el agua residual y las heces, transportándolas a través de tuberías para su tratamiento.

No solo los patos viven en naves tipo apartamentos, sino que las gallinas ponedoras también se crían de manera similar. El aspecto que más mano de obra requería en la avicultura tradicional ha sido la recolección de huevos. Dado que cada ave pone huevos en momentos diferentes, una recolección tardía puede llevar a una pérdida de frescura y a roturas. Ahora, el fondo de estas jaulas está diseñado con una ligera inclinación.

Después de que las gallinas y los patos ponen los huevos, estos ruedan automáticamente hacia las cintas transportadoras situadas al frente. Simplemente accionando un interruptor se recogen los huevos de todas las jaulas de manera uniforme. Además, este equipo de cría permite una alimentación automatizada, lo que significa que la gestión diaria de las aves ponedoras ha logrado una automatización completa.
Más allá de los modernos «apartamentos», también hay «cuidadores» automatizados: el robot para la cría de aves ponedoras. Solo uno de estos «cuidadores» puede gestionar una nave completa. No solo patrulla las naves de gallinas y patos, sino que también monitoriza factores ambientales como la temperatura y la velocidad del viento.
El robot capta imágenes donde el pico de una gallina está marcado con un recuadro azul. El personal explica que las gallinas, como los perros, jadean con el pico abierto cuando las temperaturas son altas. El robot detecta este comportamiento y emite alertas cuando demasiadas gallinas están jadeando, permitiendo al personal evaluar rápidamente si es necesario ajustar la temperatura interior.
A través de robots y sensores, los datos de cada nave